El uso de lentillas en verano se dispara, la comodidad y tranquilidad de uso que aportan son factores que para su uso en playas y piscinas las hacen la opción más perfecta.
Pero, ¿Cómo conservar las lentillas?
Para conservar adecuadamente tus lentillas y garantizar su durabilidad y comodidad, es esencial seguir estas pautas:
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Lávate las manos: Antes de manipular tus lentillas, asegúrate de lavarte las manos con agua y jabón, y sécalas con una toalla sin pelusa. Esto ayuda a evitar que la suciedad y los gérmenes entren en contacto con tus ojos y lentes.
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Utiliza solución para lentes de contacto: No uses agua corriente ni saliva para limpiar o almacenar tus lentes. Utiliza exclusivamente la solución desinfectante recomendada por tu profesional de la visión. La solución mantiene los lentes limpios y libres de bacterias.
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Limpia y desinfecta tus lentes: Cada vez que retires tus lentillas, límpialas y desinféctalas siguiendo las instrucciones del fabricante y de tu profesional de la visión. Enjuágalas con la solución adecuada y asegúrate de frotarlas suavemente para eliminar los depósitos acumulados.
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Estuche limpio: Utiliza un estuche para lentillas limpio y asegúrate de que esté seco antes de colocar las lentes. Es recomendable cambiar el estuche al menos cada tres meses.
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No compartas tus lentes: No permitas que otras personas usen tus lentillas, ya que cada persona tiene una prescripción única y el uso compartido podría propagar infecciones.
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Sigue las instrucciones de uso: Respeta las indicaciones de tu profesional de la visión sobre el tiempo de uso diario y la duración de los lentes. Algunos son de uso diario y deben descartarse después de un solo uso, mientras que otros son reutilizables y requieren un cuidado específico.
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Evita el contacto con agua: No te duches, bañes o nades con tus lentillas puestos, ya que el agua puede contener microorganismos dañinos que podrían infectar tus ojos.
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Programa revisiones regulares: Acude a exámenes oculares periódicos con tu profesional de la visión para asegurarte de que tus lentes de contacto sigan siendo adecuadas para ti y que no haya problemas oculares asociados con su uso.
Siguiendo estas recomendaciones, podrás mantener tus lentillas limpias, cómodas y seguras para el uso diario. Siempre consulta a tu profesional de la visión si tienes alguna duda específica sobre el cuidado de tus lentes o si experimentas molestias o problemas con ellos.